Tuesday, October 28, 2014

La mujer abandonada

Por motivos que desconozco y que no me incumben, Isabela se peleó con el marido hace unos cuatro meses. Cheíto envalijó su ropa y algunos cachivaches y se marchó de casa esa misma tarde. La pobre Isabela, con sus cuatro hijos pequeños hubo de hacer malabarismos para que la comida diera para todos. Una mañana, Leo el boricua, vecino de ella y con fama de santero, la visitó compadecido por la situación de la afligida mujer. –Comadre, le dijo, no sufra por puro gusto, yo la puedo ayudá pa’ que su señor esposo regrese. Yo le voy a hacé una limpieza pero la tiene que hacé al pie de la letra. –Cómo e eso Don Leo, le preguntó ella intrigada. -Ah puej mañanana se lo digo, dijo Leo y se marchó

-Se tiene que comprar estas yerbas en el herbolario, le dijo a ella el día siguiente, acto seguido le entregó una pequeña lista en un papel de libreta rayada. Se da un baño con agua tibia de yerbas y después se sienta en una banqueta…y se tiene que masturbá.  Isabela se sonrojó y luego de una pausa le contestó al vecino –Pero cómo que me tengo que masturbá, qué dice usté por dio. –No se preocupe vecina que esto va a funcioná, la dijo Leo, ya verá cómo su marido regresa más enamorao que nunca. -¡Ah! Y también cómprese un tabacón y una vela con la imagen de la virgen del Cobre.


-Yo la voy a ayudá, no se preocupe, la dijo al tercer día. Despué del baño con las yerbas se me queda desnuda en la banqueta y se me masturba. -Pero hombre de dio, eso qué tiene que ve con mi marío, le increpó Isabela, ya contrariada, ¡diablo! Y despué usté qué va a hacéee. -No se preocupe, déjemelo a mí, dijo el brujo, cuando usté se siente en la banqueta a masturbarse, encienda el tabaco y se echa las bocanadas de humo por todo el cuerpo mientras sostiene la vela con la otra mano. Ella se quedó pensando y le preguntó: -Pero dígame una cosa Don Leo ¿Cómo voy a hacé yo pa’ masturbarme si con una mano tengo el tabaco y con la otra la vela? -¡Ah! Le contestó Leo, allí es donde entro yo a ayudarla.



4 comments:

  1. Jajaja qué listo este santero llamado Leo jajaja

    ReplyDelete
    Replies
    1. Total que el marido no regresó...ella se quedó viviendo con Leo, el santero.

      Delete
  2. Excelente, me encantó!!! Destila folclore y picardía popular! Gracias hermano!

    ReplyDelete
    Replies
    1. El santero se pasó a vivir a casa de la vecina abandonada.

      Delete