Tuesday, August 25, 2015

Lodo con azúcar


Doña Angustias Baños era una señora gorda y dulce, siempre vestida de negro en las cuatro estaciones como fiel andaluza granaína que honraba a sus muertos. Su cabello blanco relucía sobre el mantón negro de manila mientras guiñaba un ojo involuntariamente por detrás de sus gafas de abuela. Su acento era una mezcla de argentino porteño y de andaluz de las Alpujarras. Había nacido y se había criado en Capileira y había emigrado, en los tiempos de Franco, a la Argentina en donde creció su hija y sus nietos. Con los años regresaron ella y su familia a España y se establecieron en Granada.

Un día venía yo caminando de la Universidad a la pensión donde me hospedaba -La Murciana, en la calle Sierpe Baja, cerca de la Alcaicería y de la Catedral- y la señora me interceptó, me preguntó con su acento porteño-andaluz  “Oiga joven, ¿por casualidá usté no está buscando habitació? Yo alquilo habitacione pa’ estudiante”. Me mudé de la pensión al apartamento de doña Angustias en donde conviví con otro estudiante palestino del cual aprendí acerca de sus luchas, su cultura y su música. Mahmud, le decía yo, tu música suena a caravana de camellos en el desierto y él se reía a carcajadas. Me contó que cuando se mudó de Palestina a Granada, se llevó una caja de latas de sardinas porque le encantaban; cuando aprendió castellano en la Universidad, se dio cuenta que las latas decían “Hechas en España”.


Un día alguien viajó de Nicaragua a Granada y mi madre nos mandó a mi hermana y a mí (mi hermana Silvia estudiaba en Sevilla) una caja conteniendo productos alimenticios típicos de Nicaragua: queso, pinolillo, chilla, cajetas y chicha que durante el viaje se había fermentado. Doña Angustias probó de todo. Por supuesto que le encantaron los diferentes tipos de cajetas; acostumbrada a los quesos manchegos y demás, el nuestro no le pareció muy apetecible pero se lo comió con pan; la chicha fermentada le encantó, sobre todo por su color rosado; “Deme un poco ma de esa bebía con animalillos que está muy refrescante” me decía refiriéndose a la chilla; al pinolillo le decía “lodo con azúca” y no le hizo mucha gracia pero a los días me estaba pidiendo lodo con azúcar. 




Thursday, July 9, 2015

Un japonés en San Fermín que pudo haber sido para la posteridad.


Una de las fiestas taurinas más populares en el mundo es la de San Fermín en Pamplona, España, en la cual se canta, se bebe y se baila día y noche en las calles por poco más de una semana. Sin duda alguna, las atracciones principales de estas celebraciones multitudinarias son los ‘encierros’ y las corridas en la plaza de toros.


Existe una enorme controversia sobre la tauromaquia –en su modalidad actual- desde sus inicios en España en el siglo XVIII hasta el día de hoy. Siempre han estado divididas las opiniones en pro o en contra de este sangriento y bárbaro espectáculo digno de ser llevado al Coliseo Romano de la era imperial. Pero no voy a entrar en polémica de corte de orejas. Solo me voy a referir someramente al oscuro origen del culto taurino y a una anécdota personal.


El culto taurino es milenario y heredado de la cultura minoica, o sea de la civilización cretense anterior a la Micénica. Ya los griegos hacen mención del toro en sus leyendas de Zeus convertido en toro para raptar a la princesa Europa, o la del minotauro que vivía en el laberinto de Knossos y que era alimentado con doncellas. Según la leyenda platónica, fue en la Atlántida donde se inició el culto taurino. Los toros sagrados de Geríones estaban en el sur de España (Tartessos); asirios babilonios, persas e hititas también rendían culto al toro. En Creta se hacían piruetas extraordinarias sin necesidad de sacrificar al animal: se esperaba al toro ''con garbo torero'' cuando el toro embestía a todo tren, el atleta saltaba sobre el toro asido a los cuernos e impulsado por los mismos, caía de pie sobre el lomo y daba otra vuelta más cayendo de pie detrás del toro.
En 1981 asistí a una corrida portuguesa y quedé sorprendido al ver que tenía concomitancias con la corrida minoica.

Yoshimura Katsuaki, un amigo japonés estudiante de literatura castellana y yo, nos fuimos a Pamplona para los sanfermines de 1977 por tres días. El hombre estaba emperrado que quería correr delante de los toros. Pasamos el primer día y la primera noche tomando vino a pico de botella y durmiendo en las aceras porque los hoteles estaban a tope. A la mañana siguiente nos fuimos al encierro, la carrera de los toros desde el corral hasta la plaza de toros por una calle cercada y por donde los atrevidos corren con las bestias esquivando las cornadas y pisotones con suerte si se sale ileso. Yoshi me dio la cámara, se metió a la calle dando saltos de calentamiento con todos los chicos de blanco y rojo, esperando que aparecieran los primeros toros a la vuelta de la esquina. Yo estaba preparado con la Minolta en mano aferrándome con las piernas arriba de la baranda que flanqueaba la calle. Cuando aparecieron las bestias, Yoshi me gritó ¡AHORAAA! Yo empecé a tirar fotos mientras el nipón venía a toda máquina, con los anteojos empañados del susto y su lacia cabellera negra ondeando como bandera kamikaze, de un salto subió a la barrera mientras pasaba el grueso de los taurinos. Satisfechos regresamos a un hostal compartido que alguien nos facilitó para dormir un rato. Nunca había visto a un japonés llorar como un niño, a moco tendido, se le había olvidado insertar la película en  la cámara.



 



Monday, January 26, 2015

'Donde fueres haz lo que vieres'




Ciertamente los otomanos subyugaron a los árabes durante siglos. Fueron los ingleses quienes prometieron a árabes y hebreos liberarlos del dominio turco, ayudándolos a construir sus estados si los apoyaban a derrotarlos en la primera guerra mundial. Los árabes lucharon contra el dominio turco hasta el final pero los ingleses los traicionaron en favor de los hebreos (quienes convivían con cierta armonía con los palestinos) a quienes les cedieron parte del territorio palestino. ¿Cómo no vivir encabronado si un extranjero viene a dividir tu casa para reubicar a tu vecino con todos sus familiares traídos de diferentes partes del mundo? ¿Y encima año con año te quitan parte de lo poco que queda de tu casa a la fuerza? A los ingleses no se les puede perdonar esta bajeza de repercusiones históricas de alto riesgo para el curso de la humanidad.

¿Esta escalada de odio anti occidente por parte del islam tiene origen en esta mala acción de los ingleses? ¿O viene de muy atrás? Recordemos la antigua pugna entre Oriente y Occidente por dominar el uno al otro. Recordemos las guerras médicas que de no ser por los griegos estaríamos rezando con el culo para arriba y decapitados al menor atisbo de inconformidad  y las mujeres estarían tapadas aguantando latigazos, lapidaciones y el más denigrante status de esclavas. Recordemos que el Imperio Otomano luchó durante siglos por apoderarse de Europa.

Oriente tiene grandes y admirables culturas, con grandes inventos tecnológicos, con grandes desarrollos matemáticos y astronómicos, herederos y administradores de las ideas de los grandes pensadores griegos de los tiempos paganos, esparcidos por el invasor de Oriente: Alejandro Magno. El islam introdujo todo este bagaje cultural y científico en Europa a través de la avanzada de los Omeya en España brindando todos los elementos para impulsar el renacimiento y consiguiente ilustración, humanismo y revolución industrial. Gracias a estos árabes y hebreos españoles, la civilización occidental se benefició con las primeras universidades y con la recuperación de los grandes conocimientos helénicos perdidos durante el oscurantismo y guardados celosamente por los intelectuales de estos dos grupos étnicos (árabes y judíos) que convivían en paz en España, Palestina y en el posterior territorio del imperio Otomano.

¿Qué ha sucedido con estas fantásticas culturas islámicas “civilizadas” que de repente quieren acabar con el mundo Occidental al que ellos le retornaron la antorcha del conocimiento? ¿Cómo ha podido la religión islámica destinar a estas maravillosas culturas a vivir nuevamente en la era de las cavernas? La religión los ha reducido a una horda de bárbaros que quieren acabar con la democracia occidental, uno de los grandes logros de la humanidad, gracias a los atenienses. Ciertamente no es lo mejor pero al menos podemos expresarnos, movernos y morir con cierta dignidad.

¿Que los franceses son racistas? ¿Qué pueblo no lo es? Permitirían los musulmanes la inmigración masiva de occidentales y que impusieran sus ideas, creencias e iglesias en sus territorios? Los franceses lo han permitido y los españoles y los ingleses y han respetado sus creencias y costumbres a tal punto de permitirles rezar en medio de la calle, obstaculizando el libre tráfico del diario vivir. ¿Racistas? Lo serán pero un país teocrático y retro como el menos fundamentalista de los islamistas ya los hubiera echado a todos, si acaso no decapitado. Acusar de racista a un país que ha permitido la entrada a miles de intolerantes retrógrados que quieren hacer cambiar las costumbres, creencias e ideas de los ciudadanos de dicho país es un poco peligroso y puede, como consecuencia, tener hechos cada vez menos aislados de “ajusticiamientos” a grupos de ciudadanos que ejercen su derecho de libre expresión.

 "When in Rome, do as the Romans do" dice el viejo refrán, “Donde fueres haz lo que vieres”. No quieras ir a la China y obligar a la gente a ponerse sombrero de cowboy, comer chilaquiles, a persignarse los domingos, a bailar quebradita y a dormir la siesta en hamaca. No se trata de racismo, a pesar de que lo hay y que se puede tolerar,  se trata de la incomodidad de estar en el aula sentado al lado de una estudiante tapada de pie a cabeza con una burka y con el temor de hablarla porque sus padres la pueden azotar, como mínimo. O llegar tarde a tu trabajo porque estuviste media hora esperando que un grupo de musulmanes terminaran de rezar en medio de una calle de París.

¿Que los musulmanes viven en un inframundo en Francia y que tienen los peores trabajos? Bueno, lo mismo sucede con los hispanohablantes en USA, solo que estos no tienen el lastre de la religión extremista que les impida superarse. ¿Por qué los hindúes de Inglaterra son más prósperos? Ninguna religión les impide acomodarse a las normas y costumbres capitalistas, laicas y democráticas del país, a pesar de que conservan sus costumbres y toleran las de otros grupos étnicos.

¿Dónde está la causa de la masacre “religiosa” de Charlie Hebdo? Si un japonés escribe “Me cago en Alá” en una revista japonesa en Japón, ¿le pasaría lo mismo que a los redactores de Charlie? Probablemente no. Va a ser muy difícil, y se puede decir que ya está fuera de control,  que la tolerancia de los franceses empiece a imponer restricciones, necesarias en todos los países, contra grupos de inmigrantes radicales (fundamentalistas) cuando se ha perdido todo el respeto hacia los “lugareños” y esto viene a tomar tintes de invasión bárbara violenta, nada parecida a la invasión pacífica de los bárbaros cuando se alistaron en las filas del ejército romano.