Me he
encontrado con un micro poema en el baúl de mi madre y que estaba perdido en la
memoria. Dice así:
TEMO
Temo morirme sin haberte conocido
O que te mueras sin haberme conocido
O que nos muramos después de habernos
conocido.
Seguramente
lo hice en la época en que escribía “poemillas del absurdo” en España, hace
unos 35 años, y es contemporáneo de este otro:
QUE HAY UNA MUJER
Hay una mujer que no conozco
Que vive en las antípodas.
Que cuando ella duerme, yo no
Que cuando ella no, yo sí.
Que no nos conocemos
Pero que somos amantes simétricos.
Parece
que me los traje de España y los dejé olvidados en Miami cuando me fui a vivir
a Boston. Las madres guardan todo lo que los hijos tiran por ahí, hasta los
papelitos de cigarrillos.
No comments:
Post a Comment