Doña Lina temblaba horrorizada, le sudaban las manos; de
repente se echó a llorar. -¿Pero qué te dijo el brujo, mi amor? la preguntó
Carmen, su mejor amiga que la había acompañado a leerse las cartas esa mañana
calurosa de octubre en la capital isleña. -El muy burro me ha dicho que moriría
el 28 de febrero de 2017 a las 03:30 pm. -Te dije que no vinieras donde ese
animal que, encima de sacarte el dinero, te dice groserías, le dijo Carmen a su
asustada amiga.
El 28 de febrero llegaron toda la familia y amistades a casa
de Doña Lina para tratar de salvarla o para despedirse. Todos lloraban apenados
alrededor de la sentenciada. A las 03:29 pm, se abalanzaron sobre la señora
para impedir que Tánatos se la llevara al inframundo vaticinado por aquellas
malditas cartas. Apelotonados, todos la abrazaron con solidaria fuerza. A las
tres y media de la tarde Doña Lina murió asfixiada.