¿Quién no recuerda el “paquín” o peneca en Nicaragua?
Según el diccionario, ‘pasquín’ es un escrito que contiene
una crítica contra un gobierno, una institución o persona y se coloca en un
lugar público.
En Nicaragua un paquín, o peneca como también se le conocía,
era una revista de historietas ilustradas o tiras cómicas completas o en
capítulos que en los años sesenta se alquilaban a “chelín” en los mercados,
ventas y puestos de revista o bien se intercambiaban o se compraban a “peso” en
las pulperías .
Recordemos algunas de origen estadounidense conocidas como
‘Comics’ en ese país (‘Tebeo’ en España): El Llanero Solitario, Superman,
Cheyenne, Opalon Cassidy, Roy Rogers, El Hombre Araña, Los 4 Fantásticos,
Linterna Verde, Turok, Batman, Chanoc (de origen mejicano), Archie, La Pequeña
Lulú y un largo etcétera.
Pues bien, investigando un poco, ‘El Peneca’ fue un
semanario ilustrado para niños que publicó en Chile la editorial Zig-Zag entre
1908 y 1960 y que aparecía todos los sábados. Como dato curioso, entre esos
cuentos infantiles muy chilenos y desconocidos en Nicaragua apareció una
versión del Comic estadounidense ‘Roy Rogers’, con subtítulo ‘El rey de los
vaqueros’.
El origen de la palabra ‘peneca’ no lo he podido encontrar
por ninguna parte, sin embargo me he encontrado con algo interesante en Wikipedia
que podría estar relacionado con el origen de esa palabra:
«Pinakes (en griego antiguo Πίνακες "tablas") es
el nombre con el que se conoce uno de los primeros catálogos de libros,
elaborado por Calímaco de Cirene. El nombre original del catálogo era "Tablas
de personas eminentes en cada una de las ramas del aprendizaje, junto con una
lista de sus escritos", y se cree que tenía más de 120 libros, una
cantidad superior a la Ilíada, atribuida al poeta Homero. El catálogo era un
conjunto de índices utilizados en la Biblioteca de Alejandría en Egipto,
empezada en el tercer siglo a. C. Según algunos autores, como Lionel Casson, no
sobrevivió ninguna parte del catálogo, y sólo es conocido a través de citas que
dan una aproximación a la organización del conjunto de las tablas. Sin embargo,
otros autores como Svend Dahl afirman que sobrevivieron escasos fragmentos que,
al igual que las citas de Casson, dan una idea aproximada de lo que contenía el
catálogo.»